Una clase para compartir con mis compañeros

El día dos de abril de este año hubo una clase de filosofía diferente. Un círculo de hombres al centro y las mujeres alrededor. Dos círculos girando. Al terminar la música con quien quedabas parada, empezabas a compartir las aventuras y vivencias.

La primera vez... Eso suena un poco chusco. Me tocó hablar con Omero. Recuerdo que me dijo cuando fue la primera vez que dio un beso y yo le conté a él también.

Después la primera travesura, alguna divertida. ¡Qué interesante, soy traviesa! Pero en ese momento no tenía ninguna en mente. Lo interesante de todo esto fue hasta el fina cuando me tocó hablar con Carlos, sobre algo feo que te hubiera ocurrido. Él me contó que cuando su mamá estuvo embarazada y su bebé murió dentro de ella y ella también iba a morir, pero pudieron sacar a su bebé dentro de ella y gracias a Dios vivió... Lo sentí, fue un sentimiento un tanto escalofriante; cuando él me lo contaba sentía la sensación de la tristeza que él desbordaba.