Me uno a esta oración, Lourdes. Dice Rubem Alves que hemos aprendido el trabajo y desaprendido el juego. El precio de ser adultos y el abandono de la niñez. Procuremos hacer más placentero y creativo el trabajo, para que vaya dejando de ser una carga, y se convierta en fuente de alegría y realización personal. ¡Feliz Año 2009!
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Hugo Ávila Gómez -