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Después del sepulcro

Después del sepulcro

Hoy es otro día nuevo. Por la manaña salí a la escuela y mi día estuvo bueno. No tengo de qué quejarme. La soledad de mi alma se pierde en el tiempo y la romántica música de rondalla. Las dos de la mañana y maravilloso pensamiento rondando entre el abismo se encontraba y por el simple hecho de no distinguir el cuerpo de la mente, el corazón de la cabeza y el odio del amor.

Te irás si mi vida se muere. La fuente del llano aparece en mis ojos parlantes, que el sol llenaba de luz, y ¿de qué me sirve, si tarde o temprano volverás, pero con otra visión de amar y sentir diferente?

Cerca del Tenamaxtle hay paz de jungla y se respira el verdor de aquella naturaleza salvaje, encharcada en lodo por las habladurías animales para perjudicar nuestro amor.

Al tocar la guitarra, me imagino un bello vals a tu lado, como un par de aves blancas y puras que se encuentran volando los lejanos aires de la torre Eiffel.

La vida pronto pasará y embellecerá mi ser por todos los momentos de alegria que viví a tu lado, entonces lloraremos la verdadera tristeza y aque perfume que alguna vez bañó de aroma tu hermonos cuerpo, se perderá en la nada y tu boca, tu ojos y tus manos, caerán en el ataúd viejo y carcomido por bacterias y escoria, pero eso sí, nadie sabrá que el verdadero amor, en algún tiempo exisitó, y eso nadie lo rompió y aunque nuestras memorias se hubiesen disecado bajo una tumba, nuestra historia se quedará a través del tiempo y sé, que algún día, otro par de medias naranjas, les pasará lo mismo y taz vez reencarnarán en ti y en mí, pero cada quien con sus propios detalles y formas de amar.

 

 

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