El día de hoy hubo en Calera una reunión con representantes de cada una de las escuelas preparatorias estatales. Se nos informó que en esta semana diez mil escuelas del nivel medio superior estarán analizando la propuesta del Sistema Nacional de Bachillerato. Algo que ya sucede en varios países, en los de la Unión Europea, por ejemplo. Hay un curriculum unificado para todas las instituciones de bachillerato, para integrar objetivos, maneras de trabajar, de evaluar y que los estudiantes no tengan problemas al momento de cambiarse a otro tipo de bachillerato.
En el caso de México, en todo el país se estará divulgando una propuesta surgida de dos años de trabajo con la participación del gobierno federal, la asociación nacional de universidades e instituciones de educación superior, autoridades educativas de los estados y especialistas en la materia. Se pretende reformar el funcionamiento de las escuelas de educación media superior. El cambio es necesario porque existen problemas enormes de cobertura (asisten sólo el 40 por ciento de los jóvenes de entre quince y dieciocho años), las tasas de abandono escolar son altas por motivos económicos y porque la escuela es aburrida y poco interesante; este sistema educativo es inequitativo, entre más pobre son las personas, menos estudian bachillerato por falta de oportunidades. Otro problema es la falta de pertinencia, lo que quiere decir que en los diferentes bachilleratos se enseñan cosas que no son importantes ni necesarias para la vida de los jóvenes, lo cual está muy relacionado con la calidad de la educación que reciben los muchachos, calidad que es muy deficiente. debido a que sólo trata de fomentar la memorización de conocimientos, en su mayoría inútiles. Un problema más es la dificultad con que se encuentran quienes deciden cambiarse de un tipo de bachillerato a otro, dadas las incompatibilidades en los programas de estudio, lo que ocasiona que los muchachos tienen que repetir años de estudio o, de plano, abandonar la escuela. El último problema general que aparece en el diagnóstico del Sistema Nacional de Bachillerato es que la escuela preparatoria no responde a las nuevas características que presentan los adolescentes y jóvenes.
Estos problemas llevaron a proponer un curriculum común, que no elimine los planes de estudios de cada institución, pero que sí se unifique en base a competencias que deberán desarrollar los estudiantes en cualquier tipo de bachillerato, que promueva la diversidad de enfoques, la pertinencia, la calidad educativa y la portabilidad (flexibilidad para cambiarse de una institución a otra).
El sistema nacional de bachillerato se propone formar un nuevo tipo de estudiante, el cual deberá ser un ciudadano activo, crítico, propositivo, con iniciativas, que sepa cuidar de sí mismo, de los demás y del medio ambiente. Que sepa buscar por sí mismo los conocimientos valiosos para desenvolverse con libertad y autonomía en la vida, y que sepa desempeñar trabajo colaborativo.
La tarea, por lo pronto, es que en esta semana la información llegue a todos los profesores y trabajadores de los diferentes subsistemas de educación media superior. Lo que sigue es preparar a los maestros, directivos y funcionarios para adaptarse a las nuevas condiciones que tendrán que impulsar en sus respectivas escuelas.
El asunto es interesante. En agosto se empiezan a aplicar las reformas, con la idea de que en el ciclo escolar 2009-2010 se extiendan certificados únicos, válidos en todo el país y en todas las escuelas del nivel medio superior y superior.
Si el mundo cambia, es porque la vida cambia. Ya era hora que la escuela preparatoria cambiara también. Es un reto emocionante. Una oportunidad para participar y abrir las puertas de la escuela a la vida y a la realidad. Con nuevos contenidos y nuevos métodos. El propósito es que la escuela sea más amable con los muchachos y que les ayude para conocerse, conocer el mundo tal cual es y que adquieran algunas herramientas para vivir con plenitud.
